Conductas violentas
A través de este taller psicoeducativo, les ofrecemos, como es habitual en nuestras propuestas, conocer el significado de palabras utilizadas, como una forma de trabajar desde los cimientos, para edificar sobre ellos una torre de consciencia, que haga posible un despertar a una mejor calidad de vida, mencionando, por ejemplo, que una conducta entre otras cosas, es la modalidad que posee una persona para comportarse en su entorno, o detallar la diferencia abismal existente entre una conducta agresiva, relacionada con la construcción, y una violenta, consecuencia cultural que está presente en medios como la familia, matriz primera de la personalidad de un individuo, y dentro de ella, la ejercida dentro de la pareja, o cruzada, hacia la mujer, perpetuada por el patriarcado (estructura no percibida de dominación, subordinación y desigualdad), hacia los/las niños/as y adolescentes, a quienes debemos proteger por ser el futuro de una sociedad, hacia ancianos/as, o en la vejez, estadio final en un proceso natural hacia la madurez y la sabiduría, a personas con discapacidad, en la cual se hace presente la discriminación, también con asistencia perfecta en la escuela, en el trabajo, marco que dignifica al ser humano, en las instituciones, aquella ejercida por un ente público, y en los medios de comunicación, desde donde se imparten patrones de conducta, y se modelan formas de ver y de pensar.
También les ofrecemos información acerca de los vínculos adictivos, aquellos en los cuales el amor se traduce como sufrimiento, dolor, apego desesperado, pero que pese a sus secuelas, no se puede, o no se quiere tomar distancia, por miedo al abandono, o a la caída en un vacío estéril.
Veremos las características presentes en este tipo de relación que se asemejan a las conductas adictivas, con sus consecuencias físicas, psíquicas y sociales, resultado en gran parte, de la transmisión de determinados roles asignados a mujeres y hombres, a través de por ejemplo, cuentos y canciones que aparentemente de manera inocente, hacen que ciertos comportamientos destructivos sean transmitidos de generación en generación.
VPese a lo democrático de la expansión de la violencia, abonamos la certidumbre de que con instrumentos como la comunicación no violenta, como forma de relacionarse efectiva y empática, la asertividad, manera de expresar sentimientos, pensamientos, emociones y conductas libremente, sin desconsiderar a los/las otros/as, y teniendo siempre presente, que a las palabras no se las lleva el viento, que a través de ellas también nos construimos como personas, reflejando una realidad social, y además dándole un impulso a la utilización de un lenguaje no sexista, en el cual florezca la equidad en el empleo del género masculino y femenino, podremos lograr contribuir a disminuir y/o evitar el uso del maltrato como camino para resolver diferencias.
Cordialmente Clr. Andrea Lastra